El carisma o don de la compasión, la curación y la liberación está en el centro de todo lo que hacemos. A través de nuestro Ministerio de Jóvenes Adultos, las personas trabajan juntas para mejorar sus comunidades. También se vuelven más conscientes globalmente en las áreas de fe y justicia y buscan maneras de caminar juntos en esperanza. Los acompañamos en el descubrimiento de su vocación única dentro de la Iglesia global y les brindamos oportunidades para contribuir a la construcción del bien común, tanto a nivel local como global.
Nuestros jóvenes adultos también se apoyan mutuamente en sus viajes espirituales. Los grupos locales se unen en oración, risas, creatividad y esperanza. Los jóvenes adultos de Bon Secours también están invitados a retiros y actividades educativas continuas, tanto en persona como virtualmente. Durante estos encuentros afirmamos nuestra fe, desarrollamos nuestras habilidades como líderes basados en la fe y crecemos en la amistad.